REMACHES
Un roblón o remache es un elemento de fijación que se
emplea para unir de forma permanente dos o más piezas. Consiste en un tubo
cilíndrico (el vástago) que en su fin dispone de una cabeza. Las
cabezas tienen un diámetro mayor que el resto del remache, para que así al
introducir éste en un agujero pueda ser encajado. El uso que se le da es para
unir dos piezas distintas, sean o no del mismo material.
Aunque se trata de uno de los métodos de
unión más antiguos que hay, hoy en día su importancia como técnica de montaje
es mayor que nunca. Esto es debido, en parte, por el desarrollo de técnicas de
automatización que consiguen abaratar el proceso de unión. Los campos en los
que más se usa el remachado como método de fijación son: automotriz, electrodomésticos,
muebles, hardware,
industria militar, metales laminados, entre otros muchos.
Existe un pequeño matiz diferenciativo entre
un roblón y un remache. Los roblones están constituidos por una sola pieza o
componente, mientras que los remaches pueden estar constituidos por más de una
pieza o componente. Es común denominar a los roblones también remaches, aunque
la correcta definición de roblón es para los elementos de unión constituidos
por un único elemento.
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